martes, 12 de marzo de 2013

Prólogo. Quién soy.

No soy una persona normal. De hecho, no mucha gente me considera un ser humano. Tengo pocas aficiones. Pero una de ellas son los crímenes. No soy Sherlock Holmes ni nada por el estilo. A mi me interesan los crímenes de otro modo. No quiero resolverlos, pretendo mejorarlos. Esta afición me viene de pequeño ya que mi padre era comisario jefe en Isham, una ciudad costera de unos 150.000 habitantes. Me fascinaba leer los dossieres con información altamente confidencial que mi padre dejaba sobre la repisa de la ventana, a veces abierta, y que yo a hurtadillas leía empapándome de cada procedimiento que el asesino confeso o no había relatado. No a la policía como una confesión, si no con el crimen. Creo que todo crimen te cuenta algo. Una inquietud, un temor o un momento de inspiración del "artista", como me gusta a mi decir, aunque la gente los suele llamar criminales, asesinos, insultos varios e incluso lunáticos. Hay algo que creo que no os he contado: la policia me busca a mi cuando se atrancan, a cambio, me dejan "escoger" un compañero de juegos, siempre y cuando este se encuentre recluido en la prisión de Brinton Hove. Digamos que yo soy el precio que tienen que pagar y yo mientras, soy libre. Es un chollo, ¿No?

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