domingo, 29 de diciembre de 2013

La última fiesta del año

Martes, 31 diciembre 2013

Son las siete de la tarde y esta noche es nochevieja. No tengo tiempo para prepararme, me he quedado dormido. Y me preocupa porque esta noche he quedado con Celine y aún no tengo traje. Pero vayamos por partes.
Cenaré con mis padres en mi casa de siempre, en Fresh Meadows. Luego iré con la gente del barrio al Upper East Side al "Scissor's Palace" un bar de moda en Nueva York y para terminar, espero acabar la fiesta en Brooklyn, en el piso de Celine. Pero antes necesito un traje.

Hoy es el día en el que todo el mundo se engalana para disfrutar de la entrada del año nuevo. 2014 promete, porque 2013 ha sido horrible. Sentimental, familiar y estudiantilmente horrible. A diferentes horas cada país, cada ciudad y cada pueblo celebrará por todo lo alto este próspero año. Si consigo empezar 2014 con Celine en la cama creo que tornará a ser un gran año. Pero primero busquemos el maldito traje.

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Voy a casa de Adrian, es mi mejor amigo del barrio. Su hermano está en Maui con unos amigos por lo que no necesita su traje. Su madre, Gloria, se ha ofrecido a hacerme los arreglos. Por ahora tengo suerte.

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Oh mierda, el traje me queda de pena, su madre no sabe hacer una mierda con los alfileres. Será mejor que busque otra cosa. ¿Y si cojo una camisa y un jersey? ¿Se notará la diferencia? Bueno, volveré a casa, el tiempo se me echa encima y Celine, no espera.
Celine es una preciosa rubia de ojos oscuros, terriblemente sexy y con unas curvas de escándalo. Me envió fotos de su vestido para esta noche y si le queda tan bien como parece, medio Manhattan me envidiará.

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Bueno, son las ocho y media, voy a empezar a cenar y sigo sin traje. He decidido ponerme un Jersey y una camisa. No es tan formal, pero bastará. Y si no, qué más da si el traje es una tontería. Anda, si ya ha llegado el tío Lewis.

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Ya son las diez, hemos terminado de cenar y el tío Sal está borracho como una cuba discutiendo con mi tío Simon sobre lo que intenta transmitir Woody Allen en "Midnight in Paris". El primero, expone su teoría sobre la desazón del hombre en la sociedad actual en comparativa con la tremenda expresión cultural que supuso la Belle Epoque francesa y su incipiente gran nivel de vida; por contra, el otro cree que simplemente quería lucir a Marion Cotillard en la pantalla. Y no sé si hay desazón en el hombre de ahora comparándolo con los años 20 en Francia, pero Marion Cotillard está cañón en esa película.
Por otro lado, la tía Mary y mi madre están viendo álbumes de fotos en los que mi popularidad cae en picado como si de una empresa en Wall Street se tratase. Creo que es hora de largarse.

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Al final, llevo un jersey con una camiseta de manga corta debajo. La única camisa que encontré tenía un agujero del tamaño de una canica en la manga. Estoy en la parada de autobús con Don, Troy y Samuel. El puto autobús no llega y Celine no contestó a mi último mensaje. Espero encontrarla en la sala, si no ya puedo dar media vuelta...

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Quizá esto no tenga relevancia, bueno qué cojones, claro que la tiene: son las once y media... ¡Y el autobús está averiado! Estoy a la salida del túnel de Queens y con el tráfico que hay será muy complicado llegar a tiempo, así que un taxi no me sirve.

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No sé que llevaba el pavo, pero estoy en una moto con Don. La moto no es mía; y tampoco suya. Pero estaba allí aparcada. Le dejamos una nota al dueño, diciéndola que la encontraría en el "Scissors Palace" del Upper East Side, pero creo que no lo ha tomado bien porque nos viene persiguiendo una patrulla policial. Don es un fiera de las motos y está logrando tomarles distancia pero así no podremos entrar en la discoteca. Uf, odio esa palabra. Discoteca. Qué horrenda.

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Vale, hemos entrado. La moto se quedó dos manzanas más al norte. No hay problema. Son menos cinco y el año nuevo está al caer, las calles están abarrotadas, la entrada al local peor incluso; no sé que coño voy a hacer...
Un momento, ¿Es esa Celine? ¡CELINE! ¡CELINE!

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aslgrjhpoooooodaphrjtnbñmadhpdjhdjtdajphpjgapharg. Asodgahrpojaognpasgpqahprg. ¡FELIZ AÑO NUEVO!
Lo siento, estaba bebiéndo una jarra de litro de cerveza mientras daba el año nuevo. Estoy con Celine. Esto marcha.

Miércoles, 1 enero 2014

Don se ha metido en una pelea con un tío y he tenido que intervenir. Estoy en el hospital, recibiendo puntos en la ceja, menudo inicio de año. Lo bueno (si es que hay algo bueno en esto) es que Celine me ha acompañado y me ha ofrecido que duerma en su casa para no tener que volver solo a Queens. Estoy en el autobús camino de Brooklyn. ¿Acabará en triunfo o derrota?

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Mierda, soy un cenizo de los autobuses. Esta vez el autobús ha pillado un atasco del carajo y cada vez mi cara está más hinchada. Me han inflado, literalmente.

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Ouch! Ouch! Ouch! Joder, como duelen los puntos. Celine está a mi lado, dándome la mano mientras sufro con esta mierda. Ya queda poco para pasar un buen rato.

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Estamos en casa de Celine, ella y yo. Y quiere llamar a una amiga. Dice que siempre ha querido probar algo. Y le ha pedido que se traiga una cámara. Cada vez soy más feliz. La estamos esperando y mientras ha puesto música lenta. Esto está hecho.

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Dana ha llegado. Estoy jodidamente excitado. Además está tremenda. Pasa y nos sentamos en el sofá. Se interesa por mi cara y la acaricia, ¿Me lanzo? No, voy a esperar. Celine se va  y entra al cuarto. Dana y yo nos quedamos algo cortados. Celine nos llama, vamos y ella está desnuda. Yo me descontrolo intento quitarme el jersey, pero Celine me interrumpe y me dice, en paráfrasis: "tu que estudias cine, grábanos mientras hacemos un lésbico."

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Lo he hecho. Soy un gilipollas. Encima no me han dejado intervenir, ahora ellas están durmiendo acurrucadas en pelotas y yo en el sofá. Será mejor que me vaya. Uh, Celine me llama, quizá ahora me compense...

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Estoy en el supermercado. Comprándoles cerveza y helado. Menudo inicio de año. No debería volver siquiera.

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Menos mal que he vuelto. Celine me ha recibido desnuda y ha llamado a Dana, y esta vez sí. He tenido la mejor mañana del 1 de enero de mi vida. Menos mal que aguanté hasta el final. ¡Este año sí que empieza bien!

Martes, 31 diciembre de 2013

Joder, me he quedado durmiendo. Son las siete de la tarde y mierda... ¡NO TENGO TRAJE!

martes, 24 de diciembre de 2013

Un reto complicado

Cuando escribo, no sé de que voy a hablar, ver como se juntan las letras formando palabras me inspira a continuar. Igual me pasa en la poesía, en los guiones o en los artículos deportivos. Siempre supe que no estaba destinado a ser un genio o a ganarme la vida con el arte (y si no pregunten a mi profesor de Educación artística en la primaria y la secundaria) pero siempre creí que podía llegar a hacerlo lo suficientemente bien para tenerlo como hobby. Ahora, en la encrucijada más complicada de mi existencia, sé que quiero dedicarme al arte. Al séptimo concretamente. Pero es tan difícil que surgen momentos de un pesimismo agotador. Momentos en los que reconozco abiertamente que es prácticamente imposible que ruede una película. No un cortometraje, pues eso lo podría hacer cualquiera con un móvil. Si no una señora película. Con más millones de presupuesto que la Casa Real en un año. De esas con animatronic por todos lados. Ser recordado como lo serán Martin Scorsese, Quentin Tarantino o una de mis inspiraciones más importantes, Woody Allen. Quiero tener mi Taxi Driver, mi Pulp Fiction o mi Annie Hall. Una película que sea un trozo de mi, una parte de mi alma y que no deje indiferente a nadie.

Pero debo reconocer que el negocio no es precisamente el más sencillo para destacar; si no que más bien es probablemente el más difícil del mundo. Muchos lo intentan, pero solo un mínimo porcentaje llega. Y eso te hace agachar la cabeza y decir bueno... "Siempre nos quedará el plan B". Pero te resignas, te resignas a ceder al plan B cuando sabes que tú eres especial. Que tú eres lo suficientemente brillante para conseguirlo. Y que las fronteras cinematográficas son mínimas. John Woo, Lars Von Trier, Jean-Luc Godard, Federico Fellini estrellas en sus paises de origen, y también en la meca del cine.
Hablando de la meca del cine, entramos en palabras mayores. Hollywood, Los Ángeles. El Dolby Theatre (anteriormente Kodak Theatre), los Óscars, los Globos de Oro, el salón de la fama. Se huele a arte, a cine, a fama. Y quizá eso sea lo que menos me interesa, la fama como tal. Sí es cierto que quiero ser recordado, pero no por líos de faldas y otras 'movidas', si no por la cinematografía en sí. Por mi estilo y mi manera de ver el cine. Ser nombrado como hoy en día son nombrados John Ford o Alfred Hitchcock, sin compararme, ni de lejos a semejantes genios.

En definitiva, es un mundo increíblemente complicado donde es muy complicado subsistir entre tanto tiburón y tanto depredador, pero como un buen lince ahí voy a estar, donde haya una oportunidad para ser lo que realmente quiero ser en la vida, director de cine (pero de los que dirigen sus propios guiones).

Y si no... siempre nos quedará el Plan B.

lunes, 23 de diciembre de 2013

Es cuestión de...

Escribir es cuestión de estados de ánimo y francamente; yo no tengo ánimo suficiente para ello. Tenía esto abandonado, y quise hacer algo, pero durante las vacaciones, algo saldrá. Seguro.