martes, 30 de diciembre de 2014

10 propósitos para 2015

  1. Escribir, organizar, rodar y montar al menos 2 cortometrajes.
  2. Apuntarme al gimnasio y perder 8 o 10 kilos.
  3. Viajar a Eslovenia y conocer Ljubljana.
  4. Ver al menos 150 películas.
  5. Conseguir ganar dinero de alguna forma.
  6. Escribir el guión de un largometraje.
  7. Empezar a fumar (para después dejarlo)
  8. Visitar Anfield y ver ganar al Liverpool allí.
  9. No perder a nadie por el camino.
  10. Empezar con 10€ y engordar de ceros esa cifra apostando. 
Actualización de Mayo: de momento, ni uno cumplido.

sábado, 13 de diciembre de 2014

El rey ego

Se decía que el rey siempre se rodeaba de tres consejeros: uno para la guerra, otro para la economía y otro para el pueblo. Cada uno de ellos intentaba persuadir al débil rey de que debía adoptar unas políticas u otras dependiendo de sus intereses. Un día, cuando el viejo rey murió, el panorama cambió. Su sobrino, cegado por el brillo de una corona que le venía grande decidió dejar de contar con los consejeros, que a pesar de todo buscaban un consenso entre su propio interés y el del pueblo. El nuevo rey, un déspota ilustrado y sin ilustrar, solo quería el beneficio más inmediato para él y esto provocó que los tres antiguos consejeros decidiesen actuar. El consejero de guerra, experto estratega y capitán general del ejército, era el que iba a coordinar la operación. El consejero económico conseguiría financiación, mientras que su homónimo encargado de las relaciones con el pueblo, hablaría con los representantes de este para movilizarlos frente al nuevo rey y sus benefactores, que eran pocos, pero importantes.

Una noche, semanas después de la decisión, las tropas que pretendían derrocar al rey rodearon el palacio y a la mañana siguiente, cuando los centinelas de palacio descubrieron el asedio, no tuvieron más remedio que alertar a su majestad que tras conocer los detalles de la situación envió a un mensajero para que trajese a los artífices de esta rebelión.
Los consejeros se sentaron frente al rey en una mesa bastante pequeña en comparación al resto del mobiliario del salón que ocupaban. El consejero de guerra, director de operaciones, habló el primero. Explicó al rey que su régimen totalitario había cambiado la mentalidad del pueblo y esto había servido de lanzadera para una revolución que iba a acabar con su reinado. El rey, lejos de temer esta afirmación, se limitó a amenazar al pueblo con represalias si no retiraban a las tropas rebeldes de los alrededores de palacio. El capitán del ejército, perplejo ante la indiferencia del un rey asediado dio por terminada la reunión y fijó las diecisiete horas de ese mismo día como fecha del ataque. El rey, sin articular palabra permitió a los tres marcharse y pronto se reunió con las tropas que aún le prestaban servicio.

A las diecisiete horas un cañonazo derruía una pared de la muralla del castillo y servia como señal para el inicio de la batalla. Varios más terminaron por crear un boquete por el que las tropas rebeldes podían hacer daño al ejército nacional. Cuando la contienda se encontraba en su apogeo, el rey salió al balcón más amplio del palacio y vio como la fuerza de un pueblo unido terminaba por tumbar la autarquía en la que se encontraban sumidos. El pueblo unido luchando contra la madre patria.

Juré y prometí

Mentí el día que prometí no mentir más.
Le juré cuando no me importó poner a Dios por testigo
porque francamente, Dios es la fábula del soñador despierto.
Me prometí mentir siempre que no fuese cómodo ser sincero.
Le juraba mentiras y me sentía aliviado, pues no me obligaba.
Te prometí un todo convertido en nada,
y un edén que no existía, pero...
necesitaba calidez para un corazón en bajocero.
Le prometí no prometer cuando no podía cumplirlo,
Juré porque era fácil, prometí por compromiso.
y ya solo me queda una palabra que no vale un céntimo.
El único juramento cierto fue el de amor eterno
pero eso ya ha quedado obsoleto.


martes, 2 de diciembre de 2014

El bigote de Panenka

El bigote de Panenka.
La elegancia de Pirlo.
La finta de Garrincha.
El cabezazo de Zidane.
La potencia de Cristiano.
La visión de Xavi.
El toque de Lampard.
La magia de Iniesta.
La valentía de Puyol.
El mando de Gerrard.
La calidad de Beckham.
La velocidad de Bale.
El gol de Raúl.
La estrella de Ronaldinho.
La eterna lucha de Pelé.
El declive de Maradona.

El futuro de Bélgica
La presión del delantero.
El dedo de Mou.
La soledad del portero.
El Maracanazo.
La memoria de quien ya no está.
El penalti a las nubes.

El todo de Messi.

jueves, 27 de noviembre de 2014

Los cuervos

Allan Poe le daba otro significado
pero yo le he encontrado uno más apropiado
Llamalos cuervos o buitres
no les importa mientras les invites
a viajes a Canarias en business
Pedro Sánchez, otra vez, la misma mierda
poco nuevo que ofrecer, y tú lo sabes.
La justicia es indescifrable
robas pan y esa noche duermes en el calabozo
El cuñado del rey... ¿Entrará pronto?
No lo creo, hablemos de su suegro
 Juan Carlos I un mentiroso, infiel, putero.
Sarkozy más de lo mismo
pero al menos no vivió del cuento en Francia
durante cincuenta años.

Exijo una Revolución del pueblo
un asalto a la zarzuela y que empiecen a rodar cabezas.
En nuestro sistema
lo importante es la decisión del pueblo
entonces no sé porqué se prohíbe votar
si es la mayor muestra de democracia.
Lo que debería estar prohibido es la aristocracia
Cantos de sirena, parece esbelta y tiene coleta,
Joder es Pablo Iglesias.
Viene a combatir la casta
PPSOE, miedo al lila,
El bipartidismo tiembla
Podemos, instinto homicida.

Para terminar, una oda a políticos decentes
que no tienen la culpa de este escándalo sin precedentes
Triste que me sobren dedos de una mano para contarles.



sábado, 27 de septiembre de 2014

Siempre y un día más

Estudio un intensivo curso sobre tu sonrisa,
y como dibujarla y evitar las malas caras.
Que todo sea de color de rosa
con altos y bajos, con llantos y enfados
pero siempre siendo nuestros.

El amor derriba muros, nos mete en apuros,
hace que todo cambie cuando estamos juntos.
 Oigo voces que me dicen que me estás volviendo loco,
y yo contesto: "bendita locura, si tu eres la causa"
Yo quiero tu boca, tu pelo, tus ojos...
quiero todo, contigo, mi musa.

Quiero que seas mi película, el triunfo en mi vida
 un grito, una carcajada, un sentimiento
 que se abalanza a horcajadas hacia mi corazón,
 mal herido por cada batalla que perdió
pero esto no acaba, lo nuestro es eterno,
la bonita eternidad de tus huesos.

Siempre y un día más, estaré para abrigarte
siempre y un día más, que tú me dejes,
siempre que quieras dejarte
aquí está el esclavo de tus besos.

 

 

 

domingo, 21 de septiembre de 2014

Existencialismos (I)

Si la mentira tiene las patas tan cortas
¿Por qué es la llave del éxito?
¿Será la puerta del éxito tamaño niño de 6 años?


Dios no ve nada, no existe.

Mi culo de mal asiento
me hace planear miles de fugas
en situaciones donde se prohiben las dudas.
El poder de tu encantamiento
disminuye con tus fríos besos,
y si estos versos ocultan que te miento
es porque no tengo valor de decirte...
"Oye, ya no te quiero" 

El demonio tienta al pobre humano
que lleno de errores y temores deja en tu mano su destino.
Y solo tu calor y tú podéis evitar una inevitable caída al vacío.
Grita, pues es una acción imparable y el miedo surge
pero al final el grito acaba siendo una rutina
pues el corazón de este ser que está cayendo en la nada
se encuentra lleno de eso, de nada.

El Dios bondadoso ve eso, o mejor dicho, no ve nada, pues no existe.
La bondad, no se compra con dinero, y si no se paga,
a nadie le interesa usarla.
Y la maldad hace su Agosto cada día, y el demonio hace de ella patrimonio.
Porque el Ángel Caído si que vive en cada uno de nosotros
y disfruta de su orgulloso matrimonio con el Infierno Terrenal
que nosotros llamamos hogar.
 

Contradictorio.
                               Como la vida misma.
 

sábado, 6 de septiembre de 2014

"El que se fue a Sevilla..."

Hace tiempo que no escribía sin una idea fija. Me explico: últimamente escribo guiones o artículos sobre fútbol (y próximamente otra vez críticas) pero ya no escribo cosas en este blog, el que más me ha durado, todo sea dicho. Hoy me he propuesto escribir sin una idea fija, pero mientras escribía estas primeras cuatro líneas he tenido una idea. Quejarme. Quejarme de los ataques indiscriminados de Israel a Palestina. Quejarme porque nadie interviene. Prefieren mantener relaciones diplomáticas antes que evitar un genocidio. Y es curioso que los precursores de este genocidio sean los mismos que años atrás sufrieron otro. Ambos son crímenes imperdonables, pero no comprendo, aún menos si cabe, que un pueblo sometido durante tantos años como el judío no comprenda el daño y el dolor que causa en cientos de miles de personas.
Me arde el cuerpo solo de pensar que por cada cien civiles muertos en Palestina, mueren uno o dos soldados israelís. Porque no debería morir nadie. No es justo. Pero mucho menos los civiles. Aquellas personas que rodeados de soldados, milicias y guerras diversas luchan por vivir, lo más tranquilas posibles, y un día, sin comerlo ni beberlo, terminan con su vida.
Los ejércitos se supone que luchan por la paz mundial, pero en este caso, en el caso de Israel estamos viendo un ejército que destruye cualquier atisbo de paz.
Yo admiro profundamente el orgullo palestino, y también el luchar por un territorio que es tuyo, pero sé, que por desgracia, cada día que continúe este conflicto son menos las posibilidades del pueblo palestino de evitar la aniquilación.
Al fin y al cabo, esto es como el refrán: "El que se fue a Sevilla, perdió su silla..."

domingo, 20 de abril de 2014

Desenlace de una ruptura irremediable

No sabía como calmarla. Ni tampoco como había llegado un arma a sus manos. Me parecía todo tan surrealista que no sabía como tratar la situación. Si la enfadaba, seguramente me mataría. Si la convencía tendría que entregarla a las autoridades, y eso me entristecía. Me entristecía por lo que había sido nuestra relación. No había sido fácil, claro que no. Pero había sido nuestro. Y no quería, en el peor de los casos, no recordar nuestro amor, o en el que parecía el mejor, recordarlo con un tiro en un pie.

Opté por darle la razón, cosa que no le gustó.
Opté por rebatir sus argumentos, cosa que le gustó menos aún.
Opté por callarme y mirar fijamente el cañón de la pistola, la que podría describir si no fuese porque no tengo ni la más mínima idea de armas. Al menos de las que matan.

Decidí seguir ahí inmóvil, y mientras imaginaba lo que sería recibir un balazo en la cabeza a cámara super lenta y caí en la cuenta de que sería como en Matrix pero dejándolo luego todo perdido de vísceras. Me exigió que dijese algo, así que entre contarle mi día y suplicarle clemencia, intenté lo segundo. Pareció que bajó un poco el arma. Luego caí en la cuenta de que ahora apuntaba a los huevos, y recé porque no tuviese buena puntería, algo que no descubriría hasta el momento en el que escribo esto. Le dije que la seguía queriendo, aunque era mentira, y que todos esos rumores sobre mi psiquiatra y yo eran falsos porque mi terapeuta era un tío, pero ella tenía la mirada que ponía cuando ya le daba igual, cuando estaba on fire y ya no discernía entre lo lógico y lo ilógico. Mi libro de estrategias estaba empezando a quedarse sin páginas y mi ingenio con los nervios estaba bloqueado. Probé a recitar ese poema que tanto le gustaba y lo único que recibí fue un grito para que no lo siguiese destrozando.

Me pidió explicaciones, me preguntó por nombres de mujer que juro no conocer a día de hoy. Después se echó a llorar y yo intenté consolarla mientras lidiaba con el cañón del arma que apuntaba a algún sitio de mi cuerpo de cintura para abajo.

Ella era algo neurótica sí, pero eso era lo que me enamoró de ella. Era agresiva y yo un tío que necesitaba caña, encajábamos como piezas de un juguete de LEGO. Por eso, al final, se nos pasó y follamos.

Hoy, escribo esto en la cama de un hospital con un tiro en el hombro y, según su declaración, apuntaba a mi cabeza. Así que no, no tenía buena puntería.

domingo, 16 de febrero de 2014

Carta a mi bala perdida: "¡Vuelve conmigo!"

Para mi, sería sencillo abandonar.
Pero no es mi estilo.
Quizá todo vaya cada vez peor, pero lo que hubo entre los dos es algo que no podrás cambiar.
Es curioso, tan iguales y tan diferentes al mismo tiempo.
El dolor es terrible cuando la herida aún emana sangre, pero se seca. Al final, inevitablemente, se seca. Y sale con agua.

Y ahora vuelvo a estar preparado para otra herida más. Quizá tus besos, tu cuerpo y tus ojos consigan taponarla, pero llegados a este punto, la presión acabará por lanzarte disparada lejos de mi, como las demás.
Te incrustaste demasiado bien, tanto que fue casi imposible dejarte ir. Lo hice y arrepentimiento vino a mi. Ahora, quiero volver a saber de ti. Pero ahora parece que quiero volver a joder, y no sé por qué, tú y tu círculo, creéis eso. Quiero volver, por tí, por mí, porque el mundo es nuestro.

Eres todo lo que necesitaba y no me di cuenta hasta que el vacío inundó un corazón que jamás había visto tan débil. El mío. Y sé que nunca creíste que tuviese de eso, pero la verdad es que se fue el día que tu saliste por la puerta delantera y la soledad entró por la de atrás.

Ahora, sólo quiero que entres y derribes el muro de carga de nuestra relación y construyamos uno, juntos y despacio, durante el resto de nuestra vida.

Siempre tuyo,

sábado, 15 de febrero de 2014

El fracaso de Seth Fields

Ella vivía a las afueras, en un pequeño pueblo a diez minutos de la urbe. Yo, sin embargo, trabajaba en un kilométrico edificio de cincuenta plantas en pleno centro. Ella era 'hippie' y yo un sieso. Así, claramente no le iba a gustar. ¿Por qué me gustaba ella a mi? Pues no lo sé.

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La conocí en la boda de mi hermano, bueno "la conocí" puesto que no llegué a dirigirle la palabra. Quedé encandilado. Era preciosa. Era familiar por parte de la novia y se fue muy pronto, tanto que no me dio tiempo a beber lo suficiente como para poder hablarle. Mi hermano, me explicó quién era y le pedí que me diese su número de teléfono. Me dijo que me olvidase que no tenía teléfono, pues era algo digno de un sistema capitalista como el de hoy día. Le pedí su dirección para ir a verla. Y así descubrí donde vivía. Y sinceramente, parezco un acosador.
¿Qué voy a hacer? ¿Presentarme allí sin más? "Hola, soy el hermano del novio de tu prima, la que se casó hace poco. Te vi, pasé de ti hasta el punto de ni saludarte pero ahora... quiero conocerte", qué despropósito. Mi cuñada, me advirtió de que era un caso perdido y que debía buscarme otra chica que comulgase con mis intereses más que ella. Creo que llevaba una granja biológica, en cambio mi empresa y el medioambiente no hacían buena pareja. Está claro que era una locura, pero a mi me apetecía intentarlo.

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Me bajé del coche en un lugar que bien podría ser nada y menos. Una pequeña casa, del tamaño del zapato de un pívot de la NBA, se levantaba alrededor de un campo con todo tipo de frutos y hortalizas. Toqué a la puerta. Me abrió una chica morena, de pelo corto y bastante fuerte para ser mujer, que no era la chica que yo andaba buscando.
- Hola, ¿está... - miré el papelito que me dio mi hermano con su teléfono - ...Martina?
- Sí. - Me miró como si no se fiase de mi, y es completamente normal - ¿Quién la busca?
- Soy Seth, Seth Fields.
La chica cerró la puerta y pensé en las posibilidades de que no fuera realmente una mujer. Volvió a abrirse, pero esta vez, la chica más bella que jamás había visto abrió la puerta. Vestía con una camiseta que dejaba entrever medio hombro y también unos leggings bastante ajustados que dejaban poco a la imaginación.
- ¿Quién es usted?
En ese mismo instante recordé que aún llevaba traje (en mi empresa es un requisito indispensable) lo que hacía que perdiese considerablemente el factor engaño para camelarla.
- Soy Seth Fields, hermano del marido de su prima, Ric.
- Ah, ya. ¿Ha pasado algo? - preguntó asustada -
- No, señorita para nada.
Hubo un tenso silencio que fue claramente culpa mía.
- La buscaba por algo que ocurrió en la boda. - continué, sin saber muy bien que hacía.
- Creo que estoy perdida. ¿De qué me habla?
- ¿Recuerda haber visto mi cara?
- No.
- Pues yo sí, la suya. Y tengo bastante claro que me enamoré de ella.

--

Es algo embarazoso contar esto. Hice el viaje, pasé el mal rato y me declaré ante una completa desconocida increíblemente atractiva y luego, bueno, os podéis imaginar el resto.
No vivía sola, lo que me despistó. Creí que compartía casa y trabajo para vivir con más tranquilidad, pero no era así. Eran pareja, y empezaba a concordar el compañerismo. Hice todo para nada, ya que ni por más que lo hubiese intentado un millón de veces, hubiera funcionado.

Y así, en definitiva, es mi vida: un continuo fracaso tras otro, normalmente más grave el anterior que el siguiente, alcanzando cotas bastante impensables por cualquier ser humano corriente.

martes, 11 de febrero de 2014

Cinemanía (II)

Soy el gángster que nadie quiere cruzarse,
soy Sean Penn recogiendo el Óscar por Mystic River,
Soy el polémico Lars Von Trier,
plantando a los periodistas en Cannes.

No soy el Lobo de Wall Street,
pero sí soy Dom Cobb tras la muerte de Marion,
luchando por olvidarla por siempre. Soy origen, soy Nolan.
Soy la mente olvidadiza de Guy Pearce. Soy...
un enfurecido Tarantino que cancela The Hateful Eight.

La brillante actuación de Gosling
en la desastrosa Solo Dios Perdona,
 En contraposición a Brühl en Rush,
o Russell Crowe en Man of Steel.

Soy Javier Bardem, un lunes más, al sol.
Pero no soy un perdedor,
si no que soy un ganador con sentido vital.
Soy Adam Sandler cosechando fracaso tras fracaso.
Soy cine, soy Hollywood.
Soy superficialidad y también amoralidad.

Por último, lo que no soy, es cineasta
pero como con todo en esta vida
no tiro la toalla hasta que me digan basta.


jueves, 2 de enero de 2014

Falta de creatividad

Cineasta. Treinta y ocho años. (in)Felizmente casado (aunque aún no lo sabe).
Rodando ahora su nueva película, la primera de gran presupuesto. El guión, el primero que rueda no escrito por él, no es excesivamente bueno pero confió en su técnica para que quede un buen producto final. Además pagan bien, ganará más que con todas sus películas independientes juntas. Se arrepiente claramente de abandonar sus principios, pero también se alegra del gran ejercicio de confianza que ha realizado en sí mismo. Se va a Londres a rodar con sus actores de primerísimo nivel entre los que se incluyen Hugh Jackman, Ryan Gosling y Samuel L. Jackson.
Mónica, su mujer se queda en Chicago sola ya que Damien, el hijo de la pareja, viajará con su padre para verlo trabajar en las tres semanas de rodaje como parte de sus prácticas de dirección cinematográfica, siguiendo los pasos de su padre, al más puro estilo Francis Ford Coppola y su hija Sofía.

[...]

El director y su hijo, llevan 6 días en Londres y desde Chicago no llegan buenas noticias. Mónica mantiene una conversación de más de una hora con él y le explica que las cosas no van bien. Esta noticia llega en un mal momento pues problemas exteriores no pueden nublar su normalmente buen juicio profesional y ahora llegan los días más importante del rodaje: escenas de un gran presupuesto de toma única. Los productores le agobian para que salgan bien ya que serán las escenas que determinarán el devenir financiero del filme.

Damien por su parte está aportando muchas ideas. Tiene la misma intuición cinematográfica de su padre. Aparecerá, según su orgulloso padre, como primer ayudante de dirección a pesar de su inexperiencia. Finalmente, las escenas se ruedan y salen lo suficientemente bien para que los productores confirmen a Los Ángeles que la película será un exitazo comercial. Aún queda semana y media de rodaje más relajado, lo que aprovecha para hacer turismo por Londres y comprar algo bonito para Mónica y arreglar las cosas (algo inútil pues Mónica llevaba manteniendo una relación extramatrimonial hacía meses).

Al volver a Chicago, tras unos días en Los Ángeles de reunión con el estudio con el objetivo de trasladar el estudio de montaje a su ciudad natal, Mónica abandona la casa y se marcha a Seychelles con un tal Frank, un modelo de ropa interior con el que nuestro director no puede compararse. Tras una semana de descanso para un retiro espiritual, vuelve a montar la película dedicándole dieciséis horas diarias durante una semana, terminándola en un tiempo récord. La presenta al estudio que da el OK para el adelanto de su estreno.



[...]

La película, finalmente presupuestada en 71 millones de dólares, es un éxito en taquilla colocándose como el mejor estreno del año. El estudio aplica la cláusula del contrato del director que le obliga a dirigir tres películas más para la compañía. La traición a sus principios obliga a que su trabajo sea tan monótono y cuadrado como el último, donde apenas pudo improvisar, por tres filmes más.

Guión propio, siempre mejor.